Cuando en una calle municipal se circula a una velocidad excesiva e inadecuada el peligro de atropello aumenta. Pero si le añadimos una mala y deficiente iluminación, el riesgo se multiplica por mil.
Eso es lo que esta pasando en las Calles Brasil y Anita Martínez. Es tan pobre e insuficiente la iluminación que los coches pasan a toda velocidad sin advertir si hay adultos o niños cruzando un paso de cebra.
A una velocidad de 90 km/h, un coche recorre unos 25 metros cada segundo. Si no existe una iluminación adecuada, el conductor descubrirá un obstáculo con medio segundo de retraso. Ese obstáculo pueden ser los peatones.
Exigimos que se adopten las medidas necesarias para controlar la velocidad en estas Calles y que se corrija esa deficiente iluminación que puede desembocar, esperemos que no, en un grave y violento accidente con atropello.
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