Esta semana, que se ha iniciado helada en lo meteorológico, queremos poner de manifiesto el frío y triste silencio de Izquierda Unida y su grupo municipal.
Requeridos para que opinen o muestren una posición respecto de los problemas y perjuicios que esta causando la Avenida de Brasil su respuesta es el silencio. No entendemos si ese silencio es una ausencia de opinión respecto del tema o una incoherente falta de rigor como organización que se muestra “abierta” a los vecinos.
No sólo estamos para las ocasiones en las que tenemos que depositar una papeleta en una urna, sino, y principalmente, cuando ocurren hechos o situaciones que perjudican a muchas personas y que son un peligro para su integridad física y psicológica.
Dar la cara por los vecinos debería ser una obligación de todo empleado público; cuando estamos en el llamado poder se olvidan costumbres muy sanas y edificantes para todos.
Avergüenza la desidia de muchos que se autoproclaman “defensores de lo público”.